El amor… ¿todo lo puede?

Share on facebook
Share on twitter
Share on linkedin
Share on whatsapp

El amor todo lo puede. El amor TODO lo puede. TODO.

Piénsalo bien.

Que el amor pueda con todo significa que cuando yo ame a alguien eso me dará fuerza para aguantar todo. Significa que si mi pareja me grita, me humilla, me controla o me menosprecia mi amor hará que yo pueda soportarlo. Significa que «no pasa nada» si me cohíbe poniéndome la zancadilla para que no avance hacia mis objetivos, si me manipula directa o indirectamente, si me hace sentir culpable o se enfada si hago algo que yo quiero. Significa que «no pasa nada» si tengo que ceñirme a lo que a él/ella le venga bien para evitar problemas, si no puedo hablar de mis cosas cuando lo necesite o si dejo de hacerlo porque se va a enfadar. Significa todo esto y significa, sobre todo, que gracias a mi amor puedo con esto y más. El amor todo lo puede. Con amor todo se arregla.

Piénsalo bien.

Aceptar que el amor todo lo puede es abrir la puerta a las relaciones tóxicas y hacerlo, además, con una sonrisa y la esperanza por bandera. A ciegas. Sin saber que basarse en eso es empezar uno/a mismo/a su propio camino hacia la autodestrucción. Pero no sólo eso, este mito a veces viene acompañado de algunos primos que conducen por el mismo camino, como «quien bien te quiere te hará llorar», «mi amor hará que él/ella cambie» o «el amor lo perdona todo».

Que el amor que sentimos nos empuje a intentar solucionar problemas es diferente a tenerlo que aguantar todo por amor, pero incluso así a veces no es suficiente. Hay ocasiones en las que hay que mirar más hacia dentro y ver qué pasa realmente. La comunicación, por ejemplo, es muy importante pero tampoco lo es todo en según qué casos. Y más allá de la comunicación, ¿qué hay? La autoestima, la seguridad en uno/a mismo/a, la forma de relacionarse, experiencias pasadas, miedos, esquemas mentales… Hay muchos factores que están influyendo continuamente en nuestra forma de relacionarnos y muchas veces pasan desapercibidos. Todos esos factores juntos hacen que creamos (o no) que con amor podemos con todo, sin límites.

Hay que saber cuándo parar de intentarlo, de insistir, de esperar cambios. Y ese límite lo tiene que poner cada persona trabajando todos los factores que, como te comentaba, están influyendo en que siga intentándolo, insistiendo y esperando cambios. En definitiva, trabajando en uno/a mismo/a para crecer y evolucionar.