La RAE dice que el optimismo es la “propensión a ver y juzgar las cosas en su aspecto más favorable”. La definición de andar por casa es “ver el vaso medio lleno”. Llevado a los problemas del día a día es “confiar en que la solución venga porque todo pasa”. En las parejas en crisis podría ser “es normal discutir, ya se nos pasará”, “si nos casamos por fin seremos felices” o “si tenemos hijos se arreglarán nuestros problemas” (entre otros mitos).
Estos ejemplos evitan pasar a la acción para buscar una solución, confiando en que cualquier factor externo acabará por sanar el malestar.
Aquí te traigo una versión mejorada del típico optimismo:
EL OPTIMISMO INTELIGENTE
Practicas este optimismo si aceptas la realidad cuando las cosas no van bien o como a ti te gustaría (reconociendo las cosas que sí están bien) y además haces uso de tu capacidad para buscar soluciones. En el optimismo inteligente no se ve el vaso medio lleno sin más. Se ve un vaso en el que aún cabe más agua o un vaso con la cantidad justa de agua para una planta pequeña.
Aplicado a las relaciones de pareja en crisis o con problemas, el optimismo inteligente pasa por reconocer el problema, reconocer las cosas buenas de la relación (lo que os une), pensar qué acciones puede hacer uno/a mismo/a para salir del bache y, por supuesto, pensar que, a veces, algunos problemas pueden servir para fortalecer la relación una vez solucionados.
Te animo a que tomes un poco de perspectiva y te plantees ver tus problemas así. Te garantizo que notarás un cambio importante!