Mujeres y orgasmo: 6 claves para alcanzarlo

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A algunas mujeres les parece una obviedad, pero muchas otras siguen preguntándose después de mucho tiempo qué es un orgasmo y si alguna vez habrán tenido uno. Generalmente, quien se hace esta última pregunta es porque nunca lo ha tenido. Cuando tienes un orgasmo lo sabes porque es un pico de placer muy alto (aunque sólo dura unos segundos) que hace que tu cuerpo responda no sólo psíquica sino también físicamente: el clítoris se retrae, hay contracciones involuntarias en la vagina así como en el perineo y en el útero, el corazón se acelera, los pezones se endurecen y pueden salir rojeces en la piel en distintas partes del cuerpo debido a la dilatación de los vasos sanguíneos. El orgasmo también hace que se secreten endorfinas y esto es lo que genera ese bienestar al finalizar. La sensación que sigue al orgasmo, cuando todo está bien, es de una gran relajación.

Quizás hayas oído hablar de la anorgasmia y te hayas preguntado si será eso lo que tú tienes. La anorgasmia es, de manera resumida, la falta de orgasmo a pesar de que la fase excitación sea normal. Para estos casos es conveniente consultar con un/a sexólogo/a. Sin embargo, hay casos en los que la ausencia de orgasmo se debe a que la mujer desconoce o no conoce bien su propio cuerpo y lo que realmente le gusta y le excita. Además, es posible que este desconocimiento esté relacionado con la ausencia de educación sexual o que ésta haya sido insuficiente o haya estado basada en mitos.

Si crees que nunca has tenido un orgasmo, aquí tienes 6 claves que pueden ayudarte:

  1.  Permítete potenciar tus aptitudes sexuales. Aunque creas que no, las tienes. Busca tu yo sexual liberándote de todo lo que te aleje de ello: falsas creencias, la educación recibida, prohibiciones… No tienes porqué contárselo a nadie, forma parte de tu intimidad.
  2.  Juega con tu sexualidad. Descubre tus propias fantasías, tu lado más sensual, erótico y seductor. Comprueba por ti misma que puedes meterte en ese papel y sentirte bien cuando lo hagas.
  3.  Explora tu propio cuerpo. Busca el momento para hacerlo con calma, cuando puedas estar centrada en ti misma y en tus sensaciones, sin prisas y sin presión. No dejes ninguna parte de tu cuerpo por explorar, será la única forma de encontrar qué es lo que más te gusta a ti y cómo te gusta. Puedes acariciarte con las manos o quizás te apetezca hacer este viaje con algún juguete.
  4.  Muévete. Cuando estés explorando tu cuerpo no te quedes estática en una posición. Mueve tus caderas y ve variando posturas para seguir buscando cómo te gusta más.
  5.  Mantén la mente sexualmente activa. Desactiva el modo madre, trabajadora, estudiante, hija y todos los que tengas activados. Activa sólo tu modo sexual. La estimulación no servirá de mucho si no hay motivación y foco. ¿Qué tal concentrarte en alguna fantasía erótica?
  6.  Tómatelo como un juego. No te obsesiones con conseguir el orgasmo. El objetivo siempre debe ser disfrutar jugando contigo misma. No te presiones, ya que eso puede ir en tu contra. Centrarte en tu cuerpo y tus sensaciones desconectando de todo lo demás hará que estés relajada y a gusto.

Probar con cada una de estas claves te ayudará a conocerte mejor y, si tienes pareja, a mejorar también vuestras relaciones sexuales. Recuerda que en el sexo la comunicación es tan importante como en el día a día. Cada mujer es un mundo y tu pareja no tiene porqué saber qué es lo que a ti te gusta, a no ser que tú misma se lo digas. Igual ocurre al revés, quizás puedes aprovechar también para preguntarle qué le gusta y cómo le gusta. Con conversaciones así será inevitable que vuestras relaciones sexuales ganen en calidad, garantizado.