El amor es química

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El amor ha sido muy estudiado por filósofos a lo largo de la historia y desde hace ya unos años también por científicos antropólogos, psicólogos, sociólogos, biólogos, bioquímicos, neuroquímicos y neurobiólogos. Y no es para menos! El amor tiene el poder suficiente para provocarnos una grandísima variedad de emociones y hacernos pasar experiencias que nos hacen ser como somos. Nos mueve, nos frena, nos ciega, nos guía, nos levanta, nos hunde, nos da calor y a veces también frío.

Pero antes de hablar de amor, hay que hablar de enamoramiento: es cuando ves a la otra persona y sientes que el mundo ya no importa nada. Todo dentro de ti cambia. Más concretamente en tu cerebro, porque el enamoramiento es pura química. Así ocurre:

1 – La primera impresión

Es sin duda lo más importante. La función de la vista es obvia, “el amor entra por los ojos”. Sin embargo, las personas producimos feromonas, moléculas que viajan por el aire y nos pueden hacer sentir atraídos/as hacia alguien en concreto. No es sólo lo que ves: los receptores olfativos también le están dando información a tu cerebro de que esa persona es interesante para ti. Esto hace que tu cerebro secrete una sustancia conocida como feniletilamina, que provoca, a su vez, algunos cambios que ocurren en la siguiente etapa:

2 – Atracción

Tu estado general cambia y tus sentidos pierden parte de su capacidad para sentir, aunque esto sólo dura unos segundos hasta volver a la normalidad. Después de que el cerebro hace su trabajo rápidamente para que te recuperes, es posible que sientas calor, incluso sudoración, escalofríos y que tu respiración se agite, provocando así los típicos suspiros. Llegarán también las mariposas en el estómago, como resultado de la contracción del estómago y el intestino, causada por un aumento de glucosa.

3 – Enamoramiento

Y ahora viene lo bueno. Después del primer encuentro el cerebro se dedica a estabilizar todo el caos de sustancias secretadas hasta ahora y lo hace activando endorfinas y encefalinas, los calmantes por excelencia. También se produce oxitocina, que será la que despierte en ti esa necesidad imperiosa de contacto físico con la otra persona. ¡Bienvenido/a a tu nube!

4 – Pasión

En ocasiones el ciclo culmina con el encuentro sexual, ya que aumenta la producción de testosterona tanto en hombres como en mujeres. Esto les servirá a ellos ante posibles contrincantes y provocará en ellas el deseo de contacto físico y relaciones sexuales, estando afectada la toma de decisiones y activado el típico “no voy a hacer caso de los consejos, estáis todos equivocados”.

Todo esto está genial y puede ser precioso vivirlo. Pero siento decirte que todo lo que sube baja, y en el amor también. Toda la tormenta neuroquímica de la fase de atracción puede llegar a durar entre 2 y 3 años, según el caso. A esto le sumamos las siguientes tormentas de la fase enamoramiento y la de pasión, que pueden ser otros 4 años (tengamos en cuenta que son tiempos estimados y que dependerán de cada caso). No digamos que el amor desaparece después de este tiempo, pero cambiar, cambia. Aunque siga existiendo atracción química, no es tan descontrolada como los primeros años. La buena noticia es que siempre tendremos la opción de hacer algo con nuestra pareja para que, al menos de manera puntual o periódica, nuestro cerebro siga generando más endorfinas y oxitocina, tan básicas para nuestra felicidad y para el amor.