Pequeña guía sobre juguetería erótica

Share on facebook
Share on twitter
Share on linkedin
Share on whatsapp

La juguetería erótica suele causar mucha curiosidad. A veces incluso existe esa curiosidad detrás de la vergüenza, que puede impedir investigar sobre este terreno. En otros casos se investiga sobre qué productos hay en el mercado, se averigua todo de ellos pero no se da el paso para comprarlos por vergüenza (de nuevo) o por tener interiorizados otros mitos. Otras veces hay mucha curiosidad pero muy poco conocimiento, lo cual puede llevar a las personas a perderse entre tanto artilugio.

Por si eres de las/os que anda perdida/o, aquí te dejo una guía que te puede ayudar. Aunque es imposible hablar de todos los juguetes que hay en el mercado, espero que te pueda servir, como mínimo, para saber qué tienes entre manos cuando valores la opción de comprarte un juguete.

Ten en cuenta siempre el material del que está hecho:

A pesar de que los juguetes pueden estar hechos de muchos materiales, los más seguros en cuanto a higiene siempre serán los de silicona médica. Es un material no poroso y por lo tanto de más fácil limpieza. Durante su uso tiene la ventaja de mantener muy bien la temperatura. Es decir, se adapta rápidamente al calor de tu cuerpo o se mantiene fresco si lo pones un rato en el frigorífico antes de usarlo (¡si no tiene ningún tipo de motor!).

¿Qué tipo de juguetes se pueden encontrar en un sexshop?

DILDOS: tienen forma fálica y no llevan ningún tipo de motor, es decir, no vibran. Los puedes encontrar de muchos tamaños y grosores. Los hay realísticos, que imitan a los penes reales en erección, con todo lujo de detalles (incluidas las venas), e incluso con testículos. También los puedes encontrar con una base con ventosa para que puedas pegarlo a cualquier superficie lisa y así no tener la necesidad de sujetarlo para usarlo.

BALAS VIBRADORAS: son vibradores pequeños, generalmente del tamaño de un dedo. Según la marca y el modelo pueden tener uno o varios modos de vibración y en algunos también se puede controlar la intensidad de la misma. Suelen utilizarse generalmente para la estimulación de la vulva (y del clítoris en particular) y para la penetración vaginal, pero puede servir como masajeador para cualquier parte del cuerpo.

VIBRADORES: hay infinidad de modelos con distintos tamaños. Tienen forma fálica, igual que los dildos, pero en este caso sí llevan al menos un motor que los hace vibrar. Generalmente cuentan con varios tipos de vibración (contínua, intermitente rápido, intermitente lento, ascendente…) y varias intensidades (desde muy suave hasta muy fuerte), lo que los hace muy personalizables en cuanto a la forma de proporcionar placer. Algunos vibradores pueden incluir un “brazo” extra, pegado al cuerpo principal y que tiene como función la estimulación del clítoris o el perineo según cómo se use. Algunos tienen motores independientes que te permiten elegir si quieres que vibre todo o sólo una de las dos partes (el cuerpo principal o la parte que estimula externamente). Por último, los puedes encontrar rectos o con la punta ligeramente curvada. Estos últimos estimulan, además, el punto G dentro de la vagina.

Dentro de esta categoría, existen también los huevos vibradores o los vibradores para usar en pareja, que tienen forma de U y estimulan al mismo tiempo el interior de la vagina y el clítoris, a la vez que permiten la penetración.

ANILLOS PARA EL PENE: la función principal de los anillos es la de mantener la erección del pene. Esto ocurre porque, al apretar ligeramente en la base del pene impide el retorno de la sangre, necesaria para la erección. No obstante, algunos anillos incluyen un pequeño motor que, colocado en la parte superior del pene, puede servir para la estimulación del clítoris durante la penetración y, colocado hacia abajo, para estimular los testículos. Este es el motivo por el que actualmente los anillos no se usan solamente cuando hay problemas de erección, sino que son además otra forma de recibir y/o proporcionar placer gracias a la vibración.

MASTURBADORES MASCULINOS: son artículos que tienen una abertura por la que insertar el pene y que cuenta en su interior con distintas formas en relieve que ayudan a la estimulación durante la masturbación. Los hay desde los muy sencillos (como los huevos masturbadores) hasta los más sofisticados (como los que incluyen efecto succión) y los más realísticos, imitando una vulva y una vagina.

SUCCIONADORES: Funcionan facilitando un tipo distinto de estimulación para el clítoris, ya que el motor que lleva no es propiamente lo que lo hace vibrar, sino que genera unas ondas que crean el famoso efecto de succión. Los succionadores tienen una boquilla que hay que colocar alrededor del clítoris y, la diferencia con un vibrador o con una bala es que aquí, el succionador, no estimula el clítoris tocándolo, sino a través de ondas.

PLUGS: están pensados para la estimulación anal. Suelen tener el tamaño de un dedo y siempre, siempre, llevan un tope en la base que impide la penetración completa. Esto es un requisito indispensable para todos los juguetes que se vayan a usar para la estimulación anal si no quieres acabar en quirófano.

BOLAS CHINAS Y BOLAS TAILANDESAS: las bolas chinas son dos bolas unidas por un cordón (generalmente de silicona) que tienen la función de fortalecer el suelo pélvico y tonificar las paredes de la vagina, lo cual ayudará a tener orgasmos más intensos y a “abrazar” más fuerte al pene en los casos en los que haya penetración. Hay que usarlas siempre estando en movimiento y durante no más de 25 minutos. Aunque si estás pensando en comprarte unas, lo mejor es que consultes primero con un fisioterapeuta especialista en suelo pélvico para que valore el estado de tu musculatura y te indique si es lo que necesitas. Por su parte, las bolas tailandesas se usan para la estimulación anal y sus bolas empiezan siendo más pequeñas en la punta y van aumentando el tamaño conforme se haga una penetración más profunda.

COMPLEMENTOS: esposas, antifaces, látigos, fustas, medias, lencería, cadenas, cuerdas, disfraces, cubrepezones, plumas, etc. Hay mucha variedad. Están pensados para estimular la vista, más que las distintas zonas erógenas de manera directa. Permiten infinidad de juegos y pueden ayudarte también a erotizar el momento.

A grandes rasgos, estos son los juguetes que encontraras en cualquier tienda erótica, aunque no los únicos. El mejor consejo que puedo darte es que hables con las dependientas sobre lo que estás buscando para que ellas puedan orientarte mientras te van mostrando las distintas opciones.

Aún así, aquí te dejo algunos puntos a tener en cuenta a la hora de elegir juguetes:

  1. Si buscas un vibrador pero nunca has tenido ninguno, es aconsejable empezar por una bala vibradora para que puedas familiarizarte con las sensaciones que provoca y así puedas elegir después otro juguete más grande ya enfocado a lo que sabes que te gusta. Por ejemplo, hay muchos que tienen muchas intensidades de vibración, pero si tú has descubierto que te van las intensidades bajas, ya sabes que no debes guiarte por ese criterio. Otro ejemplo: si con la bala has visto que prefieres la estimulación externa, ya sabes que si compras otro más grande te interesará que sea con estimulador de clítoris.
  2. Cuando compres cualquier juguete que vayas a usar para la estimulación directa de cualquier zona erógena, hazte siempre con un lubricante. Son aconsejables los que son con base de agua, ya que son los únicos compatibles con la silicona de los juguetes.
  3. Los vibradores no deberían usarse de seguido, sino de manera muy puntual. La intensidad con la que estimulan es su punto fuerte pero también el débil: si tu cuerpo se acaba acostumbrando a esa intensidad después no le servirá cualquier cosa y puede generarse algo de dependencia, ya que su uso se puede convertir en la única forma de obtener placer.

Ahora que ya tienes una base sobre la que tomar decisiones, atrévete a elegir el que mejor se ajuste a tus necesidades y darle otro aire a tus relaciones sexuales, ya sea a solas o en pareja.